martes, 19 de octubre de 2021

Coconuco: Emigraron de su territorio a Bogotá por desplazamiento de conflicto armado

 

Pueblo Indígena Coconuco en riesgo de desaparecer

Hasta ahora se registran 38 familias coconuco aproximadamente en el Distrito.

 

Carlos Hernández Jayariyu / Periodista

Fotografías: Carlos Hernández Jayariyu

 


     El Pueblo Indígena Coconuco se encuentra en riesgo de desaparecer, física, social y culturalmente, debido a diversos factores ante la manera del poder cohesitivo por parte de los perpetuadores del conflicto armado quienes hacen presencia en su territorio, tomándola como escenario de violencia y confrontaciones ideológicas, afectando la armonía y su equilibrio étnico.

      Las comunidades del pueblo Coconuco han manifestado que la guerrilla y las fuerzas gubernamentales se han quedado con gran parte de su territorio, solo por sus intereses sociales, políticos y económicos, así como por la necesidad de tierras y los fenómenos naturales, por lo que, desde hace más de 30 años, parte de sus habitantes se vieron en la necesidad de emigrar a Bogotá en búsqueda de la protección y nuevas oportunidades para sus hijos.

        Carold Katerine Cedeño Caldón, también indígena coconuco expresó que en Bogotá puede haber más de 38 familias de su pueblo, pero que hasta ahora sólo han registrado a estas 38 familias en un censo que ellos realizaron. Por otra parte, Caldón hace una aclaratoria a sus paisanos coconuco que aún viven en el municipio Peracé: “no estamos aquí porque queremos, o porque nos sentimos más que los demás, sino porque en nuestro municipio no había oportunidades, porque necesitábamos una fuente de ingresos, pues en mi caso sólo teníamos un lotecito de tierra bien lejos donde sólo cabían tres terneros y con eso no se va a sostener a una familia”, aclaró, Caldón.

     Al igual que los demás pueblos indígenas desde la llegada de los españoles se ha visto afectada por los desplazamientos en su territorio, así como integridad cultural con atropellos, masacres e imposiciones a consecuencia de estas ideas colonizadoras.

     Su principal actividad económica es la ganadería y el cultivo de la papa, en menor escala tienen cultivos para su autoconsumo. En el resguardo de Coconuco, los comuneros también se emplean en una empresa privada de cultivo de flores, mientras que en el resguardo de Puracé ha sido determinante para su economía la explotación de azufre por parte de la Industria de Minas Puracé.

     Por otra parte, Clemencio Caldon, también nativo del departamento del Cauca, relata que su organización social está reconocida bajo los resguardos Coconuco y Puracé, la cual es considerada como comunidad civil, es decir, con un cabildo bajo la representación de una autoridad indígena.

 

Invasores / otra oportunidad

   


“En este territorio se encuentran muchos latifundistas que han venido explotando los recursos naturales como : aguas termales que era un espacio turístico, la mina de azufre afectando al parque nacional, cabe resaltar que con la explotación de la mina de azufre los agricultores dejaron de sembrar en las tierras, el ganado no tiene donde desplazarse para comer, además El Instituto Nacional de Recursos Naturales Renovables y del Medio Ambiente (Iderema), que llegó a tomar estas  tierras para administrar los parques que teníamos para cultivar, pescar y criar ganado, apoderándose de una gran cantidad de hectáreas de tierras”, resaltó Caldon.

     “Nuestro resguardo ha sido el más afectado por el conflicto armado, emigramos a Bogotá contra nuestra voluntad, porque nos vimos en la necesidad de venir a trabajar para el sustento de nuestros hijos, nos ha tocado seguir adelante solos porque no hemos tenido apoyo de ninguna entidad del gobierno”, destacó Caldon.

   

  En vista de no ser atendidos con beneficios por parte de las entidades el Gobierno Nacional y el Distrital, las 38 familias residenciadas en Bogotá tomaron la iniciativa de organizarse a través de un representante elegido en asamblea, para participar en la organización política y social en las Autoridades Indígenas en Bakatá, conformada por más de 15 pueblos indígenas que han venido luchando por la reivindicación y revitalización de sus derechos fundamentales.  

     La preocupación de este pueblo indígena ha sido por la exigencia de sus derechos ante de la institucionalidad, por lo que no han sido atendidos en la capital en con beneficios en los sistemas de salud, educación y alimentación: Durante la pandemia fueron afectados económicamente, por los que muchos fueron desalojados con sus niños por no contar para el pago de arriendo, así como también retirar de las escuelas a sus hijos a consecuencia del desempleo.  

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